Por: Kira Huberman
La vida es un proceso de aprendizaje que en ocasiones te hace acumular cosas, estas se manifiestan posteriormente en tu cuerpo, mente o espíritu de una manera perjudicial. Si aún no identificas a qué quiero llegar con esto, simplemente realízate la siguiente pregunta: ¿Qué estoy acumulando en mi vida? Al preguntarnos esto en una condición de introspección, comprenderás que a lo mejor durante años has acumulado aspectos o emociones que terminaron por manifestarse en dolencias o enfermedades.
No te preocupes, la verdad es que todos tendemos a acumular ciertas cosas, lo importante es lograr dilucidar cuales son y en que se han transformado al pasar del tiempo. Si te detienes un momento descubrirás que tal vez llevas años acumulando culpas por relaciones insanas, has acumulado kilos producto de ansiedades o de recompensarte de manera equivocada, acumulas recuerdos que no te permiten crear un futuro, o rabias que han afectado el buen funcionamiento de tu tracto intestinal.
Cuando me refiero al ser humano, menciono a un ser íntegro, donde su corporalidad, mentalidad y emocionalidad, son aspectos unidos que influyen uno en el otro. Actualmente se tiende a dividir al ser humano en partes diferentes, incluso en el momento de entrenar, muchas veces se trabajan los músculos de manera aislada, sin darnos cuenta que la naturalidad del ser es la integralidad.
Parte por definir que estas acumulando en tu vida, para luego relacionarlo con tus dolencias, enfermedades, adicciones, ansiedades y depresiones. De esta manera será más fácil hacer consciente el proceso de aprendizaje en tu vida y llevarlo a cabo desde el sendero del autoconocimiento y salud integral. Recuerda que cada emoción y pensamiento habita tu cuerpo e incide en su condición y óptimo funcionamiento. Deshacerte de antiguos hábitos, dará espacio en tu vida a nuevas formas de enfrentar la relación que tienes contigo mismo y también con tu entorno.