Por: Kira Huberman
El ser humano en comparación con otros mamÃferos no es el más eficiente en correr y en saltar tampoco destacamos de gran manera. A pesar de estas condiciones, la especie humana adaptó su anatomÃa para poder recorrer largas distancias y mantenernos en movimiento más tiempo.
La bipedestación (caminar en dos pies) fue un progreso en el ámbito evolutivo, ya que de esta manera nuestro gasto energético era mucho menor que el de otros animales, lo que nos permitió expandir nuestro dominio en diversas tierras del mundo, otorgándonos una gran ventaja frente a otras especies.
Poblamos el mundo y sus diversos continentes con el poder de nuestros pies, los cuales vivieron un proceso de evolución adaptándose a largas caminatas durante milenios, las cuales nuestros genes siguen esperando.
Nuestro patrón de marcha es la herramienta más perfecta de desplazamiento y ejercicio para nuestra especie. Es por esto que muchos estudios realizados relacionados con la movilidad humana, hablan de los mismos resultados. Breves momentos de movilidad corporal al dÃa y se obtiene una gran incidencia positiva en la salud, más aún si te mueves de manera constante, esto podrÃa reducir en un 80% el riesgo de mortalidad, ya que mejora la presión arterial, triglicéridos y los indicadores de inflamación.
En pocas palabras, la fisiologÃa humana se adaptó para depender del movimiento de la caminata, este le proporciona a nuestro cuerpo el buen funcionamiento del retorno venoso o el buen funcionamiento del sistema linfático, la circulación de la linfa o de la sangre que retorna al corazón por medio de las venas no tiene un motor propio que le ayude a realizar este trabajo. Este proceso se realiza por medio de las contracciones musculares que permite a estos fluidos vitales avanzar.
El sedentarismo que agobia los cuerpos de las personas en esta era moderna, ha dificultado las funciones básicas del mismo, como las que mencioné anteriormente, estas son indispensables para la desintoxicación y eliminación de deshechos. Es por eso que esto es más sencillo de lo que parece. Si buscas un cuerpo saludable, no creas que esto sucederá mediante jugos verdes, esto sucederá si caminas más.
Descalza tus pies, libéralos de sus celdas de forma puntiaguda y tacones elevados, libéralos de esas acolchadas suelas que limitan su capacidad sensorial a las irregularidades de la vida. Conecta tu cuerpo con la superficie de la cual provenimos y regálate un momento de caminar descalzo/a por el pasto, ensuciar tus pies con tierra y permitirte sentir el frÃo, el calor y la humedad. Solo despierta tu cuerpo a las sensaciones de que no existe nada que lo separe de la realidad de la cual proviene.