Para mí el movimiento es realidad y fantasía, es la conexión entre mi cuerpo y las infinitas posibilidades.

Me permite conectar con ese espíritu salvaje de sobrevivencia que todos llevamos dentro y ser consciente de la espacialidad que me rodea y sentir cómo interactúa en diferentes planos: a ras de suelo, suspendido, balanceando y sosteniéndome.

El movimiento es salud, bienestar, presente, colectividad, fuerza y creatividad cotidiana.